El proyecto prevé que la estructura del edificio se resuelva con módulos prefabricados ligeros y «en seco» —sin el uso de agua— lo que hará que el trabajo sea más rápido, más barato y más sostenible que los sistemas convencionales de hormigón armado. Se trata de una combinación de núcleos portantes hechos con contenedores marítimos reutilizados y separados por una losa de madera contra-laminada (CLT). Por un lado, la reutilización de contenedores marítimos para las estructuras de los edificios es ecológica porque reduce en gran medida los residuos energéticos, el consumo de agua y las emisiones de CO2 que caracterizan el uso de hormigón armado. Los contenedores marítimos son estructuras muy ligeras con una alta capacidad de carga, especialmente diseñadas para ser transportadas y apiladas fácilmente. Transformarlos ligeramente para adaptarlos a los requisitos de habitabilidad, abriendo ventanas o reparandolos con aislamiento térmico, permite reutilizarlos en edificios residenciales sin necesidad de fundir metal o colar hormigón. Por otro lado, el uso de módulos de madera contra-laminada prefabricada (CLT) es respetuoso con el medio ambiente porque este material proviene de plantaciones agroforestales que han estado fijando carbono de la atmósfera durante su crecimiento. El CLT combina, en un solo material ligero y preciso, un alto rendimiento térmico con una alta capacidad portante. Tanto los módulos prefabricados hechos con contenedores como los construidos con CLT no sólo son sostenibles desde el proceso de construcción, sino también porque evitan la demolición. Las estructuras de hormigón son tan resistentes que el derribo requiere mucha energía y genera un montón de escombros contaminantes y muy difíciles de procesar. Por el contrario, las estructuras de contenedores marítimos o módulos CLT pueden ser desmanteladas para ser transportadas y reutilizadas en otro edificio.
En el edificio de Caldes, se estima que el uso de módulos prefabricados reducirá la duración de las obras en un 80% con respecto a la promoción convencional. También se prevé un considerable abaratamiento de su coste, que será de alrededor de 1.000 euros/m2. La sostenibilidad de la obra se verá reforzada por la aplicación de sistemas pasivos o de consumo prácticamente nulos que, a través de un aislamiento térmico eficiente, la instalación de placas de recogida solar en el techo y el enfriamiento del suelo de baja intensidad, harán que el edificio sea prácticamente autosuficiente en términos energéticos. La estructura de contenedores marítimos se ocultará detrás de una fachada construida con madera ecológica. Se trata de tablas de madera de pino radiata termotratado que se obtienen al someter la madera natural a elevadas temperaturas. Como resultado, las propiedades de la madera se ven alteradas obteniendo una mayor durabilidad y estabilidad dimensional, haciéndola muy adecuada para cualquier aplicación a la intemperie. En el proceso de termotratamiento no se utiliza ningún tipo de producto químico ni se generan residuos. También serán de madera los parasoles móviles que ofrecen protección solar a las ventanas. En el interior del edificio, se contempla la opción de dejar un fragmento de contenedor y alguna cerradura de madera CLT a la vista, de modo que se haga explícito, honesta y sugerentemente, su estructura. En la mayoría de los interiores, sin embargo, los pisos y paredes estarán cubiertos con pavimentos sobrios y placas de yeso que ofrecen las mejores características de confort y aislamiento acústico.